viernes, 10 de diciembre de 2010

Luz para una máquina




Aquella criatura siempre lo había aterrorizado... Para empezar parecía un humano, pero como si aquello no fuera suficiente además no lo era... no olía como un humano, no sonaba como un humano ni tenia la esencia de un humano... era algo totalmente distinto y aterrador, como aquellos seres de metal que devoraban el bosque... de hecho de algún modo era bastante parecido a esos seres...

Clap clap... sus cascos resonaron sobre aquel suelo duro y frío que tanto gustaba a los humanos, le inquietaba hacer tanto ruido, es más, la primera vez se había asustado de sus propios pasos, todo ese lugar era horrible. Volvió a centrarse en aquel ser inerte, ahora ni siquiera emitía aquellos repiqueteos rítmicos, ni pequeños pitidos, ni chirridos que tan solo sus finos oídos podían oír... tampoco emitía ni rastro de calor, ¿estaba muerto? No olía a muerte... Clap... el pequeño unicornio retrocedió un paso, no entendía nada y eso lo asustaba.

Observó a Tres desde una distancia prudencial, no sabía lo que era ni que le pasaba pero la dama estaba preocupada por él. La dama era buena, era dulce, amaba los otros seres y olía bien... Por eso él amaba la dama, por eso y algo más que no lograba entender, pero eso no importaba ahora, si la dama estaba preocupada por esa criatura él trataría de hacer lo que pudiera... Clap clap... volvió a acercarse...

Agitó la cola y la magia refulgió a su alrededor, debía intentarlo. Sus dedos apenas lo rozaron al apartarle el pelo del rostro a Tres, visto así no parecía tan horrible... Un momento de duda y finalmente las yemas de sus dedos rozaron su frente con suavidad volcando toda su luz en él como un cálido manantial. La magia se extendió por toda la habitación en forma de pequeñas esferas de luz bailarinas, trazando finos e intrincados bordados en el aire, inundando todo de una calidez simple y primigenia como el vientre de una madre.

Debía hacerlo... debía curarlo... llenarlo de toda aquella luz... pero... ¿porque no la aceptaba?


 
La luz se marchitó y empezó a diluirse fútil. Los ojos del unicornio reflejaron el pequeño milagro fallido con impotencia... ¿Porque? Acaso ese ser no estaba... ¿vivo? ¿Acaso era como esas maquinas?

Una lágrima... y otra... ¿Porque? ¿Porque los humanos creaban seres muertos a los que amar?


La pequeña luz murió en la noche.




5 comentarios:

  1. El relato me parece perfecto, me ha gustado muchísimo. Nimbi es amor puro <3
    Y la foto es una pasada. El retoque te ha quedado genial!
    Te seguiré por aquí ^_^

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  2. Por dios, me encanta como relatas la historia. La verdad es que está muy bien descrito. No sé quien me da más pena si el unicornio o Tres

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  3. Me encanta como escribes n.n Espero seguir viendo actualizaciones así de impresionantes!

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  4. ^-^ me encanta! y a una que yo me sé también....*_____*

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  5. Me ha encantado, Nimbi es tan lindo... ademas de que tal y como lo relatas desprende dulzura de una manera descomunal. Estoy ansiosa por leer mas :) ( soy w3ird )

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